martes, 20 de mayo de 2014

Laraos - Yauyos: Reviven los andenes

La comunidad de Laraos, ubicada dentro de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, en la sierra de Lima, es famosa por sus andenes. Fuimos hasta allá para conocerlos ahora que hay proyectos para ponerlos en valor.
La República (18MAY2014).- Cuenta don Salomón Sánchez, comunero de Laraos, que sin la existencia de andenes aquí no existiría agricultura y sin ella tampoco habría vida. Tiene 70 años y guarda conocimientos ancestrales sobre el cultivo de la tierra, adquiridos desde niño a través de la experiencia y la observación. Dice, por ejemplo, que estas terrazas han salvado numerosas variedades de papas nativas porque crean microclimas según la altura en que están situadas. Además mantienen la humedad que la tierra necesita y evitan la erosión del terreno.
Parado en medio de un campo de cultivo dice también que el sistema de drenaje para el riego de andenes fue cosa de sabios. Una sabiduría milenaria de la que los comuneros son guardianes. Lastimosamente algunos conocimientos se pierden en el camino: "Antes, la fecha de siembra se hacía siguiendo los astros: Cuando la luna estaba en cuarto menguante se sembraba lo que está debajo de la tierra, y cuando estaba en cuarto creciente lo que da fruto en la superficie", comenta. Los cambios climáticos ya no les permiten hacerlo.
Don Salomón siembra en andenes que pertenecen a su familia desde fechas que se pierden en el tiempo. Y lo mismo ocurre con la mayoría de comuneros de Laraos. La señora Catalina Gago, 60 años, agricultora y comerciante, siembra maíz en una zona de andenes conocida como El Maizal ubicada en las inmediaciones del poblado. Esta es la andenería más famosa del lugar: ocupa una enorme extensión de los cerros circundantes de abajo hacia arriba, tiene una formidable arquitectura e ingeniería hidraúlica, y su construcción ondulante se acopla admirablemente a la geografía.
El maizal de Doña Catalina es regado a través de canales con agua proveniente de manantiales cercanos. "Siembro maíz blanco y de color. Antes sembraba un maíz llamado huanza que ya se está perdiendo", cuenta. También cultiva papas, ocas y cebada  en andenes de las zonas altas solo con agua de lluvia, un sistema que los pobladores denominan 'aisha'. Estas terrazas son de épocas preincas e incas y el uso que las comunidades le han seguido dando para el cultivo ha evitado su desaparición.
Patrimonio vivo
Los andenes de Laraos, en la provincia de Yauyos, pertenecen a la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, ubicada entre las regiones de Lima y Junín, a unos 300 kilómetros de la capital. "Estos andenes no son un sitio arqueológico sino lugares donde hoy se realiza actividad agrícola. Es decir, se trata de cultura viva", dice Fernando Quiroz, director de la reserva. Las construcciones preincas no solo existen en Laraos, sino también en el cercano distrito de Carania. En la reserva hay andenes de distintas épocas, pero fueron los ingenieros incas quienes perfeccionaron su funcionamiento y tecnología.
Las terrazas andinas de Laraos son las mejor conservadas de todo el país junto a las del Cusco. Aquí los cerros son de alta pendiente y sin los andenes hubiera sido imposible la actividad agrícola. Esta tecnología logró convertirlas en tierras productivas. Y hubo un magnífico uso del agua para darle vida a los cultivos. Con el caudal de lagunas y manantiales cercanos, los constructores de esta maravilla crearon un sistema de canales que alcanza todas las terrazas desde la parte media de los cerros hacia abajo. En ellos se siembra maíz, habas o forraje para los animales.
Los andenes más altos se riegan siempre con agua de lluvia. El cultivo principal en la parte superior es la papa nativa. Cuenta el jefe de la reserva que en Carania, otro distrito de Yauyos, existe un 'laboratorio inca' de andenes circulares con varios pisos altitudinales -similar a un estadio- donde nuestros antepasados hacían pruebas para introducir nuevos cultivos. En ese 'coliseo' veían el comportamiento de los productos con distintos microclimas. "Ese manejo de miles de años, ha conseguido  que dentro de la reserva se hayan generado 425 variedades de papas nativas", refiere Quiroz.
En la zona hay tipos de tubérculos que se adaptan a distintas altitudes, distintos regímenes acuícolas y distintas plagas. Son muy resistentes. "Hablamos de cambio climático y volteamos a ver tecnología de otros países, pero no este conocimiento que tenemos hace miles de años. Si introdujeras aquí papa blanca o amarilla, que es la comercial, viene la lluvia y la pudre o la atacan las plagas. Pero las variedades nativas se adaptan a los microclimas y pueden mejorar la producción si adoptamos una buena estrategia", dice Quiroz. Por eso el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) busca recuperar los andenes y la producción que se realiza en ellos. En toda la reserva hay 8 mil hectáreas de ellos, pero buena parte está sin uso.
Rescate de andenes
En la actualidad -por poner un ejemplo- producir un kilo de papa nativa puede costarle a los comuneros dos o tres soles, pero en Huancayo se puede encontrar papa comercial a un sol. Para el Sernanp la idea es simple pero no fácil: hacer que la actividad agrícola sea rentable para que más agricultores se animen a producir y se amplíe la superficie de andenes cultivada.
¿Se imaginan encontrar en un supermercado una variedad de papa que diga que proviene de un andén milenario, que es orgánica -sin uso de pesticidas en su cultivo- y que además proviene de un área natural protegida? "Al conectar esta papa nativa con un mercado específico, que pague lo que vale, vamos a hacer que la actividad sea sostenible a largo plazo", explica Quiroz. El esquema vale para otros productos como el maíz o la oca. ¿Podrían algunos restaurantes y empresas firmar un convenio para comprarles su producto orgánico a los agricultores de estas comunidades de Lima? No se trataría de cantidad sino de calidad. Hoy la producción en la zona es para consumo propio.
El Sernanp también está realizando estudios para ver que tipo de papa nativa puede producir más, a qué altura y con qué clima. Para ello han habilitado un área de cultivo experimental en unos andenes del lugar. En esa zona han sembrado hasta 48 variedades de papa nativa, a cargo de comuneros que al mismo tiempo trabajan como guardaparques para la reserva. El día que visitamos la parcela nos dejaron grata impresión unas papas moradas, grandotas, que ellos cosecharon como demostración.
Hay también otros anuncios. El gobierno regional de Lima ha ofrecido invertir 2 millones 500 mil soles en la recuperación de 70 hectáreas de andenes y 9 kilómetros de canales de regadío en Laraos y Carania. Y como parte del II Congreso Internacional de Terrazas, que se realizará en el Cusco del 19 al 22 de mayo, especialistas en el tema también plantearán propuestas para ponerlos en valor.
Agua y tierra
Hace unos días llegamos a Laraos en medio de la celebración anual de la Fiesta del Agua o 'limpia acequia'. Allí el alcalde Abel Beltrán cuenta que el agua, los canales y los andenes son parte indivisible de sus vidas. "En las andenerías se siembra, se cultiva, se vive", dice convencido. Hay andenes de uso individual y otros comunales. La siembra empieza en agosto. "Se limpia el andén, se remoja y luego de tres días se barbecha o remueve la tierra. De ahí se nivela la tierra y se la deja descansar de 5 a 8 días. Tras ese tiempo otra vez se barbecha y se siembra. Los ocho días son para que la tierra madure y se saque la maleza ", explica.
Los hombres barbechan con chaquitaclla -que ha sobrevivido aquí desde tiempos inmemoriales- y las mujeres con una lampa chica. "Ahora, a fin de mes, vamos a cosechar el maíz. Luego entran los animales a comer la maleza que queda. Después se descansa en junio y julio. Y en agosto nuevamente empieza el ciclo", comenta el alcalde, que lleva puesto un sombrero adornado con frutas y flores. Otros pobladores explican que el maíz producido aquí es de gran calidad.
En la vida de la comunidad todo está conectado. La fiesta del agua es para pedirle a los Apus tutelares que haya buenas cosechas y que no falte agua. En los tres días de fiesta, los pobladores limpiarán la acequia principal que riega los andenes, disfrutarán de una gran comida comunal y al tercer día soltarán el agua para que llegue a los canales que hacen florecer todas las tierras de cultivo sembradas como escaleras en los cerros.
La tecnología hidraúlica existente aquí es milenaria pero asombrosa. El presidente de la comunidad, Ronal Vílchez, apunta que además de las tomas para distribución del agua, hay un sistema de 'pukaras' único. "En medio del andén hay un hueco que permite pasar el agua de una plataforma a otra, pero más abajo hay como ventanitas desde donde se puede limpiar el hueco principal para que no se atore. Unos expertos japoneses que vinieron quedaron impresionados", cuenta.
Atractivo turístico
Teodoro Doroteo Ramos, tiene 60 años, es agricultor y artesano. Nació en el pueblo de Tin Tin, pero vive en Laraos. También es posesionario de andenes donde siembra maíz y papa. Además de esa labor, hace varios años que también es guardaparques de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas. Dice que entre sus funciones está la conservación del medioambiente, la protección de la flora y fauna y -entre otras tareas- sensibilizar a la gente para que conserven sus recursos. Entre ellos los andenes que son parte de su historia y su tradición.
El ex ministro de Agricultura Carlos Amat y León -que acudió a la zona para un encuentro sobre andenes- comenta que estas construcciones existen también en otros países como China y zonas de montaña, pero no hay construcciones tan avanzadas como aquí, con ese manejo del terreno y el agua. "Estos andenes están construidos con técnicas de orfebre", dice. Desde el punto de vista de su belleza arquitectónica, los andenes de Laraos o de Carania también constituyen un atractivo turístico y una razón para visitar la Reserva Nor Yauyos Cochas, que tiene además nevados y paisajes recordables.
Don Salomón Sánchez, comunero que también ha escrito un libro sobre la tradición del agua en Laraos, hoy busca transmitir sus conocimientos sobre andenes a quien quiera escucharlo "porque  algunos ya nos vamos despidiendo", dice. Los andenes de esta parte de la sierra limeña no son solo patrimonio vivo, sino una posibilidad de desarrollo para sus actuales ocupantes, y una demostración de la grandeza que alcanzaron los antiguos peruanos.

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